Como en casa, en ningún lado

Por Redacción Salesianos Alcoy

El Papa Francisco no sale de vacaciones. Por todo el mundo es sabido que el verano en Roma es especialmente caluroso y, a pesar de eso, el Papa prefiere sentarse tranquilamente en su sala de estar tomando un poco de mate que es la bebida típica argentina.

Durante los meses de julio y agosto, el Papa tiene una agenda oficial más despejada. Eso no significa que no aproveche para leer, preparar el próximo curso y, evidentemente, atender a todo aquél que acuda a él pidiendo una buena palabra.

Siendo arzobispo de Buenos Aires ya seguía esa costumbre y no salía de la ciudad durante el verano. ¿Es que es obligatorio ceder a las modas, las tendencias o seguir la corriente en busca de las masas hambrientas de festivales musicales, playas abarrotadas o destinos lejanos?

Los fieles que quieran verle durante el verano lo pueden hacer en el Ángelus dominical y no hace falta desplazarse a Roma. También por la tele le puedes ver y sentir su alegría. Esa alegría que desprende desde el primer saludo que lanza a los acalorados fieles que suelen casi llenar la plaza de San Pedro del Vaticano.

Las personas necesitadas, los enfermos, las personas solas… la gran mayoría, no salen durante el verano y no pasa nada. Se puede ser feliz y encontrase con Dios también en lo cotidiano de tu hogar, de tu ciudad o de tu barrio y seguro que puedes encontrar a alguien que necesita tu ayuda y podrás llenar tu vida del aire fresco del amor a los demás.