Lecturas refrescantes para jóvenes en tiempo de verano.
Por José Miguel Burgui (Salesiano de Don Bosco).
Es de León Tolstoi (1828-1910). Famoso escritor ruso, una obra suya importante: Guerra y paz.
Había una vez un campesino, amante de la tierra y de su trabajo.
Ya era anciano. No era rico, pero trabajando duro había logrado comprar una hermosa viña que le proporcionaba lo suficiente para vivir holgadamente con su familia.
Con mucho esfuerzo había criado tres hijos sanos y robustos. Pero precisamente aquí estaba su tormento; los tres muchachos no mostraban, de ningún modo, compartir la pasión del padre por el campo.
Un día el campesino sintió que estaba por llegar su última hora. Por lo tanto, llamó a sus hijos y les dijo: “hijos, debo revelaros un secreto, en la viña está escondido un tesoro que bastará para que viváis felices y tranquilos cuando yo haya muerto. Buscad este tesoro, y dividirlo entre vosotros como buenos hermanos.”
Dicho esto, expiró.
Al día siguiente los tres hijos bajaron a la viña con azadones, palas, rastrillos y empezaron remover profundamente la tierra. Buscaron por días y días, porque la viña era grande y no se sabía dónde el padre había escondido el tesoro del que les había hablado.
Al final, se dieron cuenta de haber labrado toda la tierra, sin haber encontrado algún tesoro. Quedaron muy desilusionados.
Sin embargo, después de algún tiempo, comprendieron el significado de las palabras del padre, de hecho, aquel año la viña dio una cantidad enorme de espléndidas uvas, porque había estado bien cuidada y trabajada. Vendieron la uva y obtuvieron muchos rublos de oro, que después dividieron fraternalmente, según la recomendación del padre.
Y desde aquel día comprendieron que el más grande tesoro para la persona es el fruto de su trabajo.