Nuestra Historia
Desde 1969Nuestra casa
La Casa salesiana Juan XXIII de Alcoy nace ya dentro de la nueva Inspectoría salesiana de San José, fruto de la división de la tarraconense en 1958 en las Inspectorías de Barcelona y de Valencia, en el curso 1969-1970, aunque la primera piedra se puso en junio de 1967. Pensada, inicialmente, como Escuela de Formación Profesional de manera exclusiva, acogerá también a enseñanzas de EGB y Preescolar o infantil en la parte norte de la ciudad de Alcoy. Una zona urbana en continua expansión que ofrece un vasto campo a la labor pastoral salesiana.
En 2003 la Comunidad Salesiana de San Vicente Ferrer y Juan XXIII se fusionaron en una, con residencia en esta casa de Juan XXIII.
Inicios
Desde 1927, los salesianos dirigían el colegio creado por el patronato de la juventud obrera de Alcoy, encomendado por Mossen Josep a la Congregación salesiana. Sin embargo, quedaba sin atender un gran sector de los jóvenes que cada año engrosaba las fábricas y talleres de esta ciudad eminentemente industrial. Estos jóvenes necesitaban una buena preparación profesional y técnica e incluso podrían dirigirse a estudios técnicos superiores.
Fue D. José Carbonell, allá por el año 1965, inspector de la inspectoría de San José y alcoyano, quien sugirió la idea de crear una escuela profesional aprovechando el primer plan de desarrollo español que tenía previstas 300 de ellas en todo el territorio nacional.
Fueron el tesón de D. Casimiro García, director del colegio salesiano, junto con la comunidad religiosa, la ayuda desde Madrid de D. Luis Blázquez, el interés del arcipreste D. Cirilo Tormo y del alcalde de Alcoy D. Francisco Laporta, quienes allanaron todas las dificultades y lograron todos los permisos y ayudas para llevar a cabo este proyecto.
Se adquirió un solar situado en el extremo norte del ensanche de la ciudad junto a los nuevos núcleos de población denominados San Mauro y Juan XXIII.
Comienza la construcción
Tras la aprobación del Consejo Superior en Roma en 1967, empezó la construcción del edificio principal de 100 metros de largo por 21 de ancho con dos plantas y un cuerpo central. La planta baja y el sótano se destinaba a talleres. El proyecto original contemplaba un edificio de tres plantas preparado para 1.200 alumnos, pero los recortes presupuestarios lo dejaron en dos. De hecho, los cimientos y la estructura de pilares están preparados para soportar una planta más.
Empiezan las clases
En el curso 1969-1970 se inician las actividades académicas denominadas de iniciación profesional, con mecánica y automoción. D. Alfonso Eslava (Director 1969-1971) y los coadjutores Jesús Elía y Julián Moreno serán los tres primeros salesianos en llevar adelante el trabajo educativo en este nuevo centro.
A lo largo del curso 1970-1971 aumentan los alumnos y las especialidades (metal, electrónica, delineación, clases de repaso de bachilerato, preparación empresarial) se amplían las instalaciones deportivas y se terminan los trabajos de calefacción. Al primer grupo de salesianos se une D. José Antonio Luquin que pronto fue sustituido por D. Emilio Pérez. Durante este curso se acepta la dirección de la parroquia, se presenta el expediente necesario para el reconocimiento oficial de la escuela profesional y se crea una escuela general básica como respuesta a las necesidades escolares del barrio.
Desde 1971 hasta 1977 D. Juan Roig será el director, el párroco y el ecónomo de esta obra en unos años que van ser fundamentales para el crecimiento y el afianzamiento de esta casa salesiana.
Se inaugura la Parroquia
Durante el curso 1971-1972 se inaugura oficialmente la parroquia en una sala de la planta baja del edificio del colegio. Al lado hay un terreno que la Iglesia de Alcoy recibirá como donación para la futura construcción de un templo parroquial. Se crea la asociación parroquial de padres de familia que en el futuro será la asociación de padres de alumnos. Se vive una gran unidad entre el colegio y la parroquia.
En marzo de 1972 son reconocidas oficialmente las escuelas profesionales, se realizará por primera vez la fiesta de San Juan Bosco y el día de la comunidad educativa. Se inician las proyecciones de cine. El curso concluye con las fiesta del barrio el 24 de junio, que desde el inicio, organizan la parroquia y el colegio salesiano. En 1972 empezó el club juvenil Juan XXIII al que se le da el mejor local de la casa en el centro del edificio.
En el 1972-1973 comienza la EGB con las aulas llenas, la enseñanza profesional con dos turnos. Todo va aumentando poco a poco. Los alumnos en Navidad recorren las calles de la barriada cantando villancicos. Y los alumnos de formación profesional construyen una gran estrella de Navidad que luce en lo alto del edificio todas las Navidades. D. Juan Roig logra la ayuda para la construcción del nuevo templo parroquial y el 3 de febrero de 1973 empieza la excavadora a hacer los primeros hoyos con el compromiso del D. Juan y de todo la comunidad con la salubridad del barrio que llega incluso a la prensa provincial y el Ayuntamiento de Alcoy se compromete a resolver los problemas al respecto. Se pone en marcha también un parque infantil.
Continúan las actividades típicas de toda Casa Salesiana. En los días de matriculación para el próximo curso hay padres esperando desde la madrugada. En este curso se realiza también el festival gimnástico que será el colofón del curso y de las fiestas de la barriada.
En el curso 1973-1974 se recibirá la notificación oficial de la Escuela como Centro no estatal de Enseñanza General Básica con ocho unidades, para 320 alumnos. La Escuela Profesional sufre las dificultades de la implantación de la nueva Ley educativa pero poco a poco, gracias a D. Juan Roig y a D. José Sanus, va teniendo alumnado no sólo del barrio sino de toda la ciudad e incluso de pueblos cercanos. En la parroquia funciona un grupo Juniors y otro grupo Scouts que van tomando auge poco a poco.
El curso 1974-1975 ve incrementarse el número de alumnos de Educación General Básica. Los alumnos de Formación Profesional llegan después de los exámenes de septiembre, pero cuesta mantener esta sección pues muchos muchachos empiezan a trabajar antes de los 16 años. En octubre empiezan las catequesis de las comunidades neocatecumenales, se creará una comunidad de 30 personas del barrio. El 24 de junio de 1975 sale publicado en el Boletín Oficial del Estado la transformación y clasificación definitiva de nuestro centro profesional, como «Escuela de Formación Profesional de Primer Grado Juan XXIII». Con ello se tienen ya reglamentadas la dos secciones del colegio.
Consolidación de la FP
En el curso 1975-1976 la Formación Profesional superará, por primera vez, los 200 alumnos, desarrollándose, sobre todo, la electrónica. La Educación General Básica está llena ya desde hace unos años. En octubre de 1975 D. Romualdo Terol, cuñado de D. José Carbonell, hace una donación extraordinaria para la construcción del templo parroquial; asimismo se consigue un préstamo de la Caja de Ahorros. Todo esto va a dar un gran empuje a la construcción de la iglesia parroquial. Durante todo este curso se ve cómo se va consolidando la Casa salesiana, si bien no faltan dificultades de todo tipo.
El 18 de diciembre de 1976 bendijo la nueva iglesia parroquial el Sr. Arzobispo de Valencia D. José María García de la Higuera. Estuvo presente todo el Consejo inspectorial con el inspector, D. Ismael Mendizábal. Don Juan Roig vio de este modo culminados sus deseos. En el semisótano hay un salón de actos y un bar. Han quedado atrás muchos desvelos y preocupaciones. Se ha concluido un edificio parroquial digno, cuya realización ha sido gracias a las donaciones de benefactores, a las aportaciones sencillas de los feligreses del barrio y al esfuerzo de la Comunidad salesiana.
Al final del sexenio de D. Juan Roig la Obra Salesiana de Juan XXIII está constituida: parroquia, Colegio (EGB y Formación Profesional) y Centro Juvenil. La casa salesiana se encuentra en una barriada obrera y popular y quiere dar una respuesta salesiana a las necesidades de los jóvenes trabajadores de Alcoy.
El 17 de agosto de 1977 toma posesión como nuevo director D. Gabriel Molina. Don Juan Roig seguirá como párroco y el administrador será D. José Cortés. Desde 1972 viene funcionando el Club Juvenil «Juan XXIII», también denominado «Club 23», el primero reconocido oficialmente en la Inspectoría, con un aspecto más bien recreativo y de entretenimiento. Se hace cargo de él D. José Cortés. Se mejoran las instalaciones del Club, aumenta el número de jóvenes que lo frecuentan, se organizan más actividades y de mayor calidad educativa y evangelizadora.
Como en toda obra salesiana, los primeros años, los años de la fundación y del primer crecimiento, son los más bonitos. Por ello nos hemos entretenido más en ellos, también por ser, tal vez, los menos conocidos. Han sido años de ilusión grande y de dificultades y penurias. Poco a poco las actividades, los grupos, el alumnado, el prestigio han ido creciendo.
Directores
Los directores de esta casa son: D. Alfonso Eslava (1969-1971), D. Juan Roig (1971-1977), D. Gabriel Molina (1977 – 1983), D. Benjamín Juaristi (1983 -1985), D. Rigoberto Peidro (1985 – 1991), D. Javier Urtasun (1991 – 1994), D. José Manuel Prats (1994 – 2000), D. Juan Antonio Peiró (2000 – 2003), D. Jesús Oteo (2003 – 2005), D. Pedro López (2005 – 2008), D. José Domingo Anzano (2008 – 2011), D. Vicente Enrique Picó (2011 – 2017), D. Tomás Sánchez (2017-2022) y actualmente D. Rosendo Soler Miró (2022-2025).
En la actualidad.
Durante estos años la Casa salesiana ha ido mejorando sus instalaciones gracias a la colaboración de toda la inspectoría: tejados, verjas, talleres, espacios de la comunidad religiosa, educación infantil, templo parroquial, etcétera.
Se ha ido consolidando la Formación Profesional, ahora con los nuevos ciclos de grado medio y la formación profesional básica. Además, en diferentes etapas, se han impartido cursos en colaboración con otras instituciones para trabajadores en activo y desempleados.
La Inspectoría salesiana de San José y, posteriormente la nueva Inspectoría Salesiana María Auxiliadora ha apostado con personal y recursos económicos por esta Obra salesiana tan popular. Los salesianos que han trabajado en esta Casa guardan recuerdos entrañables de sus años en Juan XXIII. Las familias y los Antiguos Alumnos recuerdan con cariño a muchísimos salesianos que han dado su tiempo y su ilusión en este lugar. La semilla sembrada con tanto esfuerzo será bendecida por María Auxiliadora que es honrada en este barrio con sencillez y devoción.
Este colegio, en los últimos años, ha crecido en número de alumnos y en una amplia oferta educativa, desde educación infantil, pasando el educación primaria, secundaria y formación profesional tanto de grado básico con los ciclos de mantenimiento de vehículos, informática y comunicaciones y servicios comerciales como de grado medio con los ciclos de electromecánica de vehículos, instalaciones de telecomunicaciones, gestión administrativa y actividades comerciales. Además de gran cantidad de servicios complementarios y actividades extraescolares que completan el amplia abanico de posibilidades para jóvenes de Alcoy y poblaciones cercanas.
Más recientemente se han incorporado estudios de Bachillerato dual, programas erasmus (tanto para intercambios como para realización de prácticas en empresa), un impulso importante con las nuevas tecnologías y, en especial, la robótica educativa de la mano de ALCOIBOT la primera feria de la robótica educativa y de nuevas tecnologías de nuestra ciudad y alrededores y la implantación de nuevas metodologías como ABP, Aprendizaje Cooperativo, Aprendizaje-Servicio, Trabajo por proyectos o retos, etc.