Lecturas refrescantes para jóvenes en tiempo de verano. 

Por José Miguel Burgui (Salesiano de Don Bosco). 

Se dice y se cuenta que en una tarde calurosa de verano se entabló una fuerte discusión entre los habitantes de un tupido bosque sobre la vida, su sentido y lo que es.

Un ruiseñor gorjeó con sus trinos, y soltó: “vivir es cantar”. El topo que lo escuchó protestó y le contestó, “¿Cómo va a ser cantar? Vivir es luchar constantemente contra la oscuridad, en esto consiste la vida”.

Entra en la discusión la mariposita de irisados colores, “no estoy de acuerdo, la vida son goces y alegrías, eso es”

-“Ni hablar, no llevas la razón”, le contestó la laboriosa abeja, “la vida es trabajo duro”. “Es verdad, suspiró la hormiga, le doy la razón” y desde lo alto se escuchó como un eco la voz del águila planeadora:”la vida es libertad y subir a las alturas azules”.

Va a ser cuando entran en la discusion las plantas. El alto pino y cedros le dieron la razón al águila, la plantita de la siempreviva fue del parecer de la abeja y de la hormiga y las rosas, lirios y margaritas apoyaron la opinión de la mariposita.

Descendió una nube nublada y soltó con su ronca voz: la vida es amargura, llanto y lagrimas” y comenzó a llover, el agua llega al río y el rio soltó: “la vida es un simple pasar e ir a la mar”.

Cuando la discusión estaba en su apogeo y el ruido del bosque era inmenso, todo eran gritos, llantos, sonidos y ruidos sonó la campana de la ermita de la Virgen del pueblo y el bosque se llenó de paz, cesaron lluvia gritos y llantos y reinó el sosiego y la tranquilidad y en esta paz, todos se pararon a pensar y llegaron a una conclusión y acuerdo común y fue, que en la vida se da de todo un poco: tristeza, alegrías, trabajo y descanso, oscuridad y luz, libertad y opresión, odios y amores y que todo es un continuo perecer, un simple pasar, nada hay definitivo, solo quedará el amor, el cariño, la ternura y la bondad. Todo el griterío y bullicio del bosque se unió en un fuerte aplauso, cada uno a su estilo: la mariposa volando, las hormigas y abejas trabajando, la nube lloviendo, el águila volando y los `pájaros cantando y los árboles con la suave brisa moviéndose y el rio deslizándose hacia el azul mar.

Todo pasa y todo vuela y lo nuestro, el ser humano es pasar dejando la única huella imborrable, la del amor, solo se llevará los nombres que estén inscritos en su corazón, el resto seguirá en el bullicio del bosque.

  1. Moraleja

Hay que hacer siempre todo con amor y amar siempre lo que uno haga. Eso es lo único que el ser humano se llevará.