Lecturas refrescantes para jóvenes en tiempo de verano.
Por José Miguel Burgui (Salesiano de Don Bosco).
Un día, el papá de Xavi quiso darle una buena lección a su querido hijo. ¿Qué ideó? Se le ocurrió plantar con semilla de césped la frase: “Papá te quiero”. Esto le llevó bastante tiempo ya que tenía que conseguir que al crecer el césped se leyera con claridad tal frase. A continuación, la cubrió con mucho cuidado con una buena tierra bien abonada y la regó. Este trozo de jardín lo regaba todos los días hasta que un día, al cabo de una semana y pico comenzó el césped a germinar y a despuntar y se pudo leer con perfecta claridad: “papá te quiero”.
El padre nunca le dijo al hijo lo que había hecho ni le comunica que vaya a verlo hasta que un día lo vio, se quedó prendado, sin palabras y corrió a buscar a sus padres para darles la gran noticia. Fueron los tres al jardín, la mamá ya sabía que lo había hecho el padre y Xavi súper emocionado le enseñó a los padres el letrero, lo leyó con fuerza y emoción al mismo tiempo que les daba a ambos un beso tras otro.
Va a ser cuando el padre le pregunta al hijo. “¿Lo has hecho esto tú, hijo mío?” y el hijo sorprendido le dice: “¿yo?, no sé nada de nada, será una casualidad, pero no lo parece porque las letras están muy bien hechas”. Y mirando al padre y mamá que estaban sonrientes, les dice a los dos dándoles beso tras beso, “lo habéis hecho vosotros”.
-Así es hijo, fui yo el que colaboró para que saliera tal frasecita, pero, querido hijo el que realmente tiene el poder sobre todas las cosas, el que ha creado la tierra y cuanto existe, las flores, los astros, animales y a nosotros los humanos, el que nos ha creado a ti, a mamá y a mí, ¿Quién ha sido, apreciado hijo? Dínoslo”.
El hijo respondió con rapidez: “Dios”
-Así es, hijo, solo Dios es el creador de cuanto existe, no lo olvides” y Xavi dándoles otro beso, abrazo y beso les dice:
-“Gracias queridos padres por esta preciosa lección, no la olvidaré jamás, muchas gracias” y casi se los come a besos a los dos.