Lecturas refrescantes para jóvenes en tiempo de verano. 

Por José Miguel Burgui (Salesiano de Don Bosco). 

Este cuento o fábula está tomado de la cultura japonesa.

Un sabio japonés recibió la visita de un profesor de la universidad que había ido a verlo para conocer y saber más de su sabiduría.

El profesor universitario tenía fama de ser creído y orgulloso, no prestando atención a las sugerencias de los demás y creyéndose él siempre en posesión de la verdad.

El sabio quiso enseñarle algo, para ello comenzó sirviéndole una taza de té.

Comenzó echando el té poco a poco. Primero la taza se llenó. El sabio se hizo el tonto y no quiso darse cuenta, que la taza estaba llena y fue echando más té, entonces la taza rebosó y salió, derramándose por el mantel. El anciano sabio mantenía su mirada serena y tranquila.

El profesor de universidad vio que la taza se desbordaba y como embobado, no lograba explicarse tal despiste y la falta de urbanidad que esto suponía, hasta que no pudo más y le dijo: “Amigo, la taza está llena, ya no cabe más.”

Es entonces cuando el sabio, sin inmutarse le dijo pausadamente: “Tú también estás lleno de tu cultura, de tu saber, igual que le ocurre a esta taza de té, ¿cómo puedo hablarte de la sabiduría?, sólo la pueden comprender aquellas personas sencillas y abiertas.

El profesor comprendió la lección y desde aquel día se esforzó en escuchar las opiniones de los demás, sin despreciar ninguna de ellas.