Lecturas refrescantes para jóvenes en tiempo de verano.
Por José Miguel Burgui (Salesiano de Don Bosco).
He descubierto una gran verdad oculta, que hay en mí y era la persona que me quiere y que cree en mí. Me ha costado años dar con ella.
Mis padres eran y fueron los que confiaban en mí. Mi madre me parió y me tuvo nueve meses en su vientre. Mi papá me ayudó mucho en mi crecimiento y muchos profes que tuve me abrieron ventanas, sabían más o menos cómo era y de qué pie cojeaba, pero lo más importante solo lo sabe uno, lo sabía yo.
De adolescente mis amigos confiaban en mí, de joven, en la vida es muy importante tener un amigo que sea, a la vez, espejo y sombra. El espejo nunca miente y la sombra nunca se aleja; alguna chica me hacía caso y ahora, al cumplir los dieciocho años, ya soy mayor de edad sé y he descubierto a esa persona que cree en mí y ¿Sabéis quién es? Soy yo mismo.
¿Qué es lo más importante y dónde lo guardaba? Aquí, en la cabeza y lo que hay dentro de mí, en el corazón, y me señalo estas partes de mi cuerpo.
Aquí, en cabeza y corazón propios está mi vida y mis sueños.
Si estás seguro de algo, hazlo, si crees en algo, dale valor. Que nada ni nadie te coman el tarro.
Son muchas las ofertas en anuncios, pantallas, móviles e intereses que van a por cada uno de nosotros.; ofertas de videojuegos, alcohol, cogollitos, fumeteos, fáciles y gustosas ofertas de sexo de todo tipo y más y más…
Tenemos solo una vida y es muy corta, pasa volando. Haced y haz aquello que creas o te guste y te haga libre, no te dejes coger ni captar y caer en cualquier y muchos cepos que tienes en tu alrededor.
Hay papás que solo dicen a sus queridos hijos: “hijo mìo, estudia algo que tenga salida”, ¿sois, eres una autopista o qué? Imita a las cabras, por eso te digo con frecuencia, cabrito, las cabras van a lo suyo, van por donde quieren, sé libre de dineritos, tranki, sin prisas, llegarán después; no busques un camino de rosas, éstos nunca conducen a la gloria, hay que tomar el camino duro, difícil, el no querido.
Vivimos en un mundo materialista, egoísta, no hay ningún trabajo que os asegure, que te asegure la vida futura.
Hay que tener la cabeza abierta y el corazón, también abierto y el estómago resistente y, ¿qué más? No os lo podéis ni esperar, ¿Qué cosa? y leer. que es absorber la vida como una esponja. Si vives cerrado de mente y corazón y si nunca lees nada serás peor que un borrico. Mira a tu alrededor y verás que en el prado de tu vida abundan muchos borriquitos y hay pocas cabras. La lectura engendra sabios, abre horizontes, rompe muros, con ella rumias otros saberes y uno se enriquece.
Usa tu cabeza, abre tu corazón y lee, lee, lee. La lectura aleja de nosotros tres grandes males: el aburrimiento, el vicio y la ignorancia.
Leer hoy es un anacronismo, un vicio pecaminoso, un acto de onanismo. Quizá sea uno de los últimos gestos de rebeldía ante la invasión estulticia que soportan nuestros sentidos: anuncios, imágenes, pantallas. Sí, la lectura muere y ¿resucitará en este mundo apocalíptico del siglo XXI en que los mentirosos han sustituido a los escritores?
Aquello que no te trae calma y serenidad a tu vida, déjalo atrás, no hay precio más caro que perder la paz.